INNOVACIÓN

Chatbots, un nuevo paso hacia la inteligencia artificial

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Chatbots, un nuevo paso hacia la inteligencia artificial
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CaixaBank

07 Junio, 2016


Quién no tenga en su móvil una aplicación de mensajería que tire la primera piedra. Whatsapp, Messenger de Facebook o Telegram son algunos de los sistemas más descargados y usados a nivel mundial. En la actualidad, de hecho, ya hay cerca de 2.500 millones de usuarios únicos de aplicaciones de mensajería en todo el mundo. Sin embargo, el uso de este tipo de aplicaciones podría verse radicalmente revolucionado dentro de muy poco por la llegada de los chatbots.

 Pero empecemos por el principio: ¿qué es un chatbot?

Se trata de un software (programa de ordenador) diseñado para simular conversaciones con usuarios humanos, especialmente a través de Internet. Es decir, es una solución de inteligencia artificial (IA) que mejora nuestra experiencia como usuarios al permitirnos interactuar con las interfaces mediante la voz o escritura. A efectos prácticos, por ejemplo, un chatbot nos facilitará el trabajo a la hora de rellenar formularios, obtener la previsión del tiempo o simplemente tener información de un tema concreto. A partir de ahora, tan solo tendremos que contestar a las preguntas que el programa nos lance, ahorrándonos tiempo y simplificando al máximo los procesos.

Muchas compañías ven el potencial de trasladar esta novedosa tendencia a sus negocios, pero, de momento, la mayoría de ellas no tienen los recursos o las capacidades técnicas suficientes para crear un chatbot por ellos mismos.

Por eso, algunas plataformas como Facebook ya han tomado la avanzadilla. La compañía de Mark Zuckerberg se postula como un proveedor de herramientas API (del inglés, Application Programming Interface) para construir chatbots a medida para sus clientes empresa. De esta manera, en lugar de desarrollar la tecnología por ellos mismos o volverse locos buceando por la red para encontrar a quién les pueda ayudar, las empresas podrán contar con un proveedor directo.

Sea de manera autónoma o a través de otros proveedores, lo que está claro es que la llegada de los chatbots parece que iniciará una nueva era: la de la mensajería como plataforma. Las interfaces conversacionales están a punto de cambiar la manera en la que miles de millones de usuarios interactúan con el mundo que tienen a su alrededor. Además, marcarán un hito fundamental que modificará la manera en qué se configuran y diseñan las aplicaciones, tal como las entendemos en la actualidad.

Por otro lado, los chatbots también tienen importantes aplicaciones en el sector de la banca. Las interfaces conversacionales pueden, por ejemplo, facilitar la consulta de saldo o ayudar a gestionar transacciones, especialmente aquellas que responden a rutinas repetitivas.

CaixaBank ya ha hecho sus pinitos en relación con la inteligencia artificial. Recientemente la entidad bancaria dio a conocer su alianza con IBM Watson para potenciar el asesoramiento mediante la computación cognitiva de una manera pionera.

IBM Watson es una tecnología cognitiva que ha abierto una nueva era de la computación. En lugar de programarse como los ordenadores convencionales, entiende el lenguaje natural de las personas y es capaz de contestar a preguntas complejas. Por eso, la solución permite a la entidad bancaria potenciar el asesoramiento a los clientes empresa en el área de comercio exterior, una de las que gestionan una mayor cantidad de archivos y material.

El equipo de especialistas de comercio exterior de CaixaBank entrenó a IBM Watson para que el sistema responda preguntas y dudas técnicas relacionadas con el área de negocio. De esta forma, IBM Watson complementa el servicio que ofrece CaixaBank de acompañamiento a la expansión internacional de las empresas, que incluye también a 85 gestores especializados y una red de 23 oficinas operativas y oficinas de representación que ofrecen cobertura en 56 países y tramitan operaciones en 127 países.

Los chatbots y la inteligencia artificial están a la vuelta de la esquina. Pero, ¿nos acostumbraremos a hablarle a nuestras pantallas? Seguro que sí… en el fondo ya lo estamos haciendo.

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